Las preguntas frecuentes a un arquitecto

Publicado en por TecnoGrup Arquitectura



Tengo la posibilidad de concretar mi futura casa en la terraza de un familiar (o un patio, un fondo, un lote lindero, etc.) ¿Qué debo considerar para la tranquilidad de ambos?

Cada vez más familias crecen hacia arriba o hacia el fondo, una oportunidad que a veces va más allá de la casa e implica intricadas relaciones entre espacios y humanos con raras soluciones improvisadas que resultan en problemas de convivencia. Todo comienza, generalmente, en la casa tipo “americana” de los padres (techo plano).
¿Qué pasará cuando mis padres no estén más allí? ¿Y mis hermanos estarán de acuerdo?, ¿se puede subdividir?, ¿y la intimidad?, ¿cómo será la convivencia? ¿se puede independizar una casa de otra?¿Cómo evaluar al mismo tiempo cuestiones tan diferentes como familia y casa?¿y si cuando construyo aparecen patologías constructivas?
Seguramente el listado de dudas continúe. En nuestro estudio podremos analizar el caso y ver diferentes soluciones.


¿Esta permitido construir en la terraza?

Depende del código de la zona en la que vive. Además, quién sabe si una vez analizada toda la situación (familia + casa) hace falta realmente construir en la terraza. Puede llevarse una sorpresa y además, evitar una obra.

Compramos una casa (o un departamento) y no sabemos como poner los muebles, además no tiene lugar para el lavarropas y nos queda mal ubicada la heladera.

No se desilusione, hay que analizar cada caso y ver cuáles son las mejores opciones.
Suele ocurrir en gran parte de las casas o departamentos que “nuestra vida no encaje”.
¿Acaso tan diferentes somos a los que antes vivían antes aquí?, nos preguntamos.
Así como en el caso del lavarropas o la heladera, el televisor de 29” se choca con el aparador del living que quedó en un lugar de paso entre el comedor y un pasillo distribuidor del baño. El lavarropas no sabemos donde ponerlo y además quedó en un lugar “que se ve” desde el living, la mesada de la cocina es corta y no sabemos dónde poner el microondas, etc. Muchas de estas viviendas datan de treinta o hasta más de cuarenta años, y nos vamos a encontrar con “zapatillas” suplementarias de hasta seis tomas por todos lados. Es que hoy en día los “electrodomésticos” se triplicaron o cuadriplicaron a diferencia de cuando fue pensada la casa. Existen cientos de casos en los que uno “convive” a diarioo se acostumbró al “problema”. Pero también en construcciones nuevas, nos puede estar pasando estos inconvenientes.


Vimos varias casas y nos decidimos entre dos o tres. ¿Cuál sería la mejor? ¿Cuánto habría que reformar en tal caso?


En ese caso la consulta será en las casas. Lo ayudamos a decidir evaluando la construcción, posibles reformas y su costo. También tomaremos nota de sus inquietudes y deseos y usaremos un método de comparativa, sumamente útil para tomar decisiones acertadas.


Si hay una etapa de “proyecto” y otra de “construcción”, ¿cómo es la coordinación entre ambas?, ¿no sería conveniente que una persona esté en todo?

La coordinación entre etapas reside en gran parte en la claridad de la documentación del proyecto. Mientras más precisa y clara sea, mejor será el resultado. Por eso el pensamiento previo en la etapa proyectual es muy importante. No es esencial que el cliente contrate al mismo “proyectista” como “director de obra. Hay que ver cada caso y que se evaluará junto al cliente.

Tenemos visto un lote, pero antes quisiéramos saber si es posible lo que queremos hacer y si es posible ejecutarlo.

Para poder dar una opinión preliminar sobre la posibilidad de un proyecto, necesitamos que nos proporcione un mínimo de información referente a la ubicación, las medidas, el monto que desea o invertir al proyecto, así como conocer cuál es su idea y tomar nota de sus deseos e inquietudes.



¿El arquitecto hace lo que quiere?

Esta pregunta tiene implícita los clásicos mitos, como que el arquitecto es un personaje “caprichoso” que crea cosas raras y por ende costosas. El arquitecto es un optimizador del proceso proyectual y constructivo entre otras y para ello necesita trabajar conjuntamente con su cliente o a quién asesore. Es imposible encarar un encargo sin antes conocer a quiénes son parte de ese anhelo, ya que son ellos los que disfrutan de ese logro día a día. Si no se conoce a la familia con sus expectativas y el lugar, difícilmente se llegue a poder dar la mejor respuesta. Es interesante resaltar cómo la familia, en el momento del proyecto, puede ver con claridad cómo se va configurando su casa cuando el arquitecto presenta la idea, que no es sólo un complejo plano, donde apenas se ven puertas y ventanas. En ese momento la participación es máxima y el mejor resultado es aquél que plasma las sugerencias de todos los integrantes.


                Contratista - Cliente - Proveedores - Arquitecto - Albañiles - Instaladores  

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